La dura tarea de aprender a delegar para un emprendedor

Creer que nadie lo va a hacer mejor que nosotros: 

Delegar es muy importante, pero cuando una persona crea una empresa de cero genera una serie de hábitos que le son inherentes a su persona, se desarrolla una manera de hacer las cosas en las que creemos porque es nuestro negocio, y ¿quién mejor que nosotros va a conocer como se deben hacer las cosas en nuestra empresa?, si fuimos nosotros quien la creamos de la nada.

Error, y de los gordos, tener la creencia de que nadie lo puede hacer mejor que nosotros es una falacia,  pues hay muchas maneras de hacer las cosas, y todas pueden funcionar, siempre y cuando se hagan bien.

Aprender a delegar es muy importante

Yo de adolescente trabaje con una persona, que tenía una empresa y era una maniática del orden, llevaba a tal extremo su obsesión que todas las cajas del almacén tenían que estar alineadas con pie de rey, no podían estar mal colocadas, eso le hacía mal a la vista, evidentemente al resto de trabajadores eso nos daba igual, porque un centímetro más para aquí o más para allá no cambia las cosas, mientras la caja no sobresalga de la estantería, que se mantenga bien, y que veas que no se va a caer es más que suficiente, sobre todo con cajas que cada día se van moviendo de un sitio para otro,  pero ese hombre tenía esa manía, y quería que siempre todo estuviera perfectamente alineado.

Con que una cosa este bien hecha es más que suficiente, sobre todo cuando no se trata de una obra de ingeniería, otro tema es si hablamos de algo como un contrato que debe estar redactado a la perfección, no tener faltas de ortografía, pero hay tareas en las que hay mucha flexibilidad, en otras hay una exigencia mayor, pero hay que saber diferenciar cuando algo es muy importante o tiene una importancia relativa.

Con el delegar pasa lo mismo, nadie va hacer las cosas como nosotros, afortunadamente, porque muchas veces las cosas las hacen mejor que nosotros, pero hay que dar la oportunidad a la persona que realice su tarea de la forma que considere más oportuna, sin limitar su libertad de acción más que en casos muy concretos y específicos.

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La historia del empresario que no sabía delegar

Hoy os voy a contar una historia que me llamó la atención, un día un empresario tiene que acudir a una cita ineludible, que le surge a última hora,  pero resulta que ese mismo día,  ya tiene una entrevista de negocios en Paris con un cliente suyo, entonces decide delegar en uno de sus empleados, la entrevista con el cliente, ese cliente es de aquellos de toda la vida, y el empresario ya ha hablado con él y le ha explicado la situación, le ha comentado que en su lugar acudirá uno de sus empleados, un especialista en el tema.

El empresario

El día antes el empresario le explica al subordinado:

Ahora mismo te voy a entregar el material que quiero que le entregues al Sr. François  Piñol, y le entrega un sobre con toda la documentación relativa al contrato que se ha de firmar.

Te voy a explicar con todo detalle lo que debes hacer mañana, así que estate atento porque este es un negocio muy importante:

  • Mañana por la mañana a las 07.00 te pasará a recoger mi chofer por tu casa
  • Te llevará al aeropuerto
  • A las 07.20 estarás en el aeropuerto
  • Te vas a vuelos internacionales
  • Te acercas al mostrador y le dices al recepcionista que tienes un billete para Paris
  • A las 09.20 embarcarás en el avión
  • A las 10.20 llegarás a París
  • Te coges un taxi y le dices que te lleve a la Rue Rivoli, núm. 15
  • Como te sobrará tiempo, porque llegarás sobre las 11.20 como muy tarde, te vas a la cafetería que hay al lado que se llama Le Maison du Adrien, que hacen los mejores croissants de mantequilla de toda Francia
  • Te pides un café con leche y un croissant, y desayunas mientras esperas a que sean las 12.30 que es cuando tenemos la cita con el Sr. François
  • Después del café te lees un rato el periódico
  • A las 12.25 te diriges a la oficina de la empresa Guinot,  que está al lado de la cafetería, y preguntas por el Sr. Françoise
  • Cuando llegues allí, te presentas y le entregas la documentación
  • Si está de acuerdo en todo, que ha de ser que sí, que te firme los papeles
  • Una vez hecho esto coges otro taxi en dirección al aeropuerto y repites los pasos al revés, te vienes de vuelta

Lo que ocurrió

  • Bueno al día siguiente, todo va según el plan previsto, el chofer lo recoge, llega al aeropuerto, vuela hacia Paris, coge un taxi y se va a la cafetería.
  • Por otro lado nuestro amigo el empresario esta camino de su cita.
  • Al cabo de unos minutos suena el teléfono de nuestro amigo el empresario, ¿adivina quién llama?
  • El señor que está en Paris, evidentemente, el empresario le pregunta:
  • ¿Has llegado bien?
  • Si contesta el hombre, pero tengo un problema.
  • Dime, ¿qué pasa?
  • Que no tienen croissants, se les han acabado ¿que pido?

Evidentemente este es un ejemplo exagerado de lo que no se debe hacer cuando uno delega, no hay que vigilar hasta el último detalle, cuando uno delega ha de dejar que la persona en la que se confía la tarea gestione la tarea a su manera.

Todos tenemos nuestra idiosincrasia y manera de hacer las cosas, y debemos dejar que los demás las implementen a su manera.

Unos consejos nunca vienen mal

Hay unos pasos que son recomendables y te los voy a mostrar a continuación:

  • Define claramente la tarea desempeñar
  • Comprueba que la persona ha entendido lo que se debe hacer
  • Explica el por qué debe realizarse esa tarea, su importancia
  • Enseña como deber hacerse, pero sin controlar cada detalle
  • Asegúrate de que la persona ha entendido el proceso de cómo hacerlo
  • Determina una fecha para que te muestren los progresos
  • Concretad una fecha para que se entregue el proyecto

A veces intentar controlarlo todo forma parte de la manera de actuar de ciertas personas, posiblemente se deba a inseguridad, a desconfianza en que los demás lo hagan igual de bien que uno, pero hay que dejar que los demás lo hagan a su manera, nunca podremos hacerlo todo nosotros, y si lo intentamos, lo que vamos a conseguir es estresarnos inútilmente.

Del mismo modo que hay servicios que en una empresa se externalizan, en esa misma empresa hay procesos que deben ser delegados, y eso forma parte de un aprendizaje, hay que aprender a dejar que los demás hagan las tareas sin pretender controlarlo todo.

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Delegar es dar libertad

A veces una persona que se ha hecho a sí misma cree que la mejor y única manera de hacer las cosas es la suya, y esta creencia la base en que a veces se ha tenido éxito a nivel profesional y económico, y se alimenta el ego de la persona de tal manera que todo lo resume al siguiente pensamiento: “Si gano dinero, si tengo una empresa prospera, está claro que lo estoy haciendo bien”, y posiblemente tenga razón en parte, lo está haciendo bien, desde su punto de vista, pero eso no quiere decir que no se pueda hacer de un modo diferente.

Siempre digo que en el mundo de la informática, suele haber como mínimo 3 maneras diferentes de hacer una misma cosa con un programa o herramienta, y en el mundo no digital suele ocurre algo parecido.

Todos tenemos nuestro modo de actuar, pero dejar libertad a los demás para que tomen sus propias decisiones y no encorsetarlos en lo que creemos que se debe hacer forma parte de delegar, y eso a veces se debe aprender.

Cuantas personas pretenden abarcarlo todo, intentando controlar hasta el último detalle, detalle que a veces es insignificante, como el croissant que se había acabado.

En resumen

Cuando tengas que delegar algo, explicar con claridad lo que tenga que hacer la otra persona, pero no te pierdas en pequeños detalles sin importancia, da completa libertad de acción, una vez el objetivo este fijado.

 

 

 

 

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